el otoño es época idónea para retomar clásicas adicciones.
a la cabeza de las mías están los 'after eight', aquellas finas láminas de chocolate negro rellenas de menta...
y los cócteles,
en esa hora mágica en la que el mundo debería detenerse para brindar por su salud, cotillear un poco y disfrutar de unos cuantos centímetros de tacón -puestos o en compañía, un poco de humo y roces fugaces.
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